La medicina estética tiene como objetivo restaurar y mantener la belleza natural, ayudando a prevenir el envejecimiento prematuro y retardando los efectos tan indeseados del paso del tiempo.
Los tres fármacos más populares hoy en día son: Xeomin (fabricante Merz, Alemania), Azzalure (fabricante Galderma, Francia), Botox (fabricante Allergan, USA). Cada uno de ellos se hace sobre la base de una toxina botulínica purificada de tipo «A». La elección del fármaco se realiza por decisión del médico-cosmetólogo, dependiendo de las características individuales de cada paciente.
El ácido hialurónico tiene una capacidad única para atraer a miles de moléculas de agua, manteniéndolas enlazadas. La administración de fármacos se basa en que proporciona una hidratación profunda y elimina el riesgo de edema. El ácido hialurónico Biorevitalización también activa el proceso de la producción de colágeno y elastina.
En los últimos años la preocupación por las zonas íntimas ha ido en aumento, y las mujeres quieren tener su vagina lo más estética posible. Ante esta necesidad, nace la labioplastia, lo que permite intervenir los labios de los genitales femeninos con el fin de lograr satisfacer las necesidades de la paciente.
Los hilos tensores, nos dan una segunda oportunidad, nos ofrecen la posibilidad de rejuvenecer nuestra cara, un efecto lifting que logrará hacer que nuestro rostro recupere su tensión y aspecto rejuvenecido, en definitiva, que nuestra piel luzca con una mayor vitalidad y nos veamos radiantes.
Este peeling se puede utilizar para tratar las arrugas finas, el acné, el tono desigual de la piel y la sequedad. Al ser tan suave es posible hacerse esta exfoliación una vez por semana durante hasta seis semanas, dependiendo de los resultados deseados. El ingrediente más común en este tipo de exfoliaciones es el ácido glicólico, un derivado de la caña de azúcar. La recuperación se encuentra entre 1 y 7 días, por lo que prácticamente podremos continuar con nuestra rutina normal al día siguiente del tratamiento.